Pequeña, diminuta con brío.
Vivaz, resuelta, feliz...
Busca todo lo que le haga sentir.
Estudia, odia al prepotente.
Se siente feliz con las cosas pequeñas,
es presumida, inquieta, audaz,
dulce, amable y feliz.
Grita de sus pelos y de sus granos también;
quiere escribir, interpretar, bailar...
Nunca deja de sorprender,
emula a todas las periodistas.
Ama sin esperar nada a cambio.
Solo ama.
Mi primera poesía fue para ella.
Ahora ya no es una niña,
ahora es una mujer.
Brava, dura, sensible y trabajadora.
Ama su trabajo, viajar es una de sus pasiones.
China ha sido siempre su necesidad.
Paula es mi vida,
carne de mi carne y sangre de mi sangre.
Paula Elvira,
su nombre es tan fuerte
que, con decirlo, suena a música o a guerra
porque ella es así.