El dolor es dulce y amargo,
es apasionado y triste.
Perceval trae su venablo en la mano
para meterlo directamente en el corazón.
Pero ésta no es la fantástica historia Artúrica.
El dolor no es fantasía,
es algo que penetra por la mente,
recorre todo el cuerpo y sale por la boca,
con llanto y estupor.
Cuando hay dolor hay amor,
porque siempre que hay dolor
antes ha habido mucho amor.