Paseaba por la orilla de la playa,
sus pies rozaban el agua y la arena fría.
Su mente rozaba las nubes,
su corazón rozaba la tristeza.
Sus manos rozaban las crestas de las olas,
sus ojos rozaban el azul intenso del cielo,
su soledad rozaba todos los pensamientos negros.
Con la cara llena de lágrimas,
mezcladas con las gotas de agua salada,
paseaba por la orilla de la playa.