Es algo que atenaza.
El sudor recorre la frente, las manos
y todo el cuerpo.
El estómago se encoge, los ojos no ven,
sólo miran, la boca entreabierta,
la voz no sale, sólo un hilo de ella.
Todo está muerto, los ríos, los mares, los robles y las vueltas.
Todo esta muerto.
Cuando el miedo te apodera,
el suelo tiembla, no te deja pensar ni querer.
El miedo no es bueno.
El miedo es necesario
para poder vivir y sentir.