La niña
dejaba su cesto en la mesa cuadrada
de la
clase de Doña Carmen.
Luego
daba pequeños saltitos
para
quitarse el abrigo,
de piel
de oveja
para
luego sentarse al lado
de su
compañera.
Las dos
niñas eran muy amigas,
una de
ella pertenecía a los vencedores,
y la
otra a los perdedores
de una
guerra infernal.
Vivian
en un pueblo
donde
los vencedores.
eran
pocos
y los
perdedores muchos.
Las dos
niñas
se
querían y respetaban.
Las dos
sabían de donde venían
pero
nos les importaba
porqué
ellas preferían su amistad
al
odio.
Las dos
niñas eran las dos España,
pero
ellas supieron dejar el odio
para
seguir su amistad
hasta
hoy en día.
Enero del 2010,
para Begoña Ruiz Cortadi